🙄Podemos imaginar que la comunicación no es el aceite de un motor, es la sangre de un organismo. Comprobamos en sentido figurado, que el aceite permite una interacción entre los integrantes de la organización más lubricada o con menos fricciones.
💁♂️Pero si no da a lugar a otras funciones vitales necesarias en el lugar de trabajo, como escuchar e interpretar y comprender las necesidades o ayudar a los engranajes a superarse y dar lo mejor de sí mismos. El engranaje tiene una vida útil y no puede exceder más allá de lo que es: un engranaje.
🧑El lubricante tampoco puede escuchar los diversos componentes del motor, diagnosticar su estado o planificar su mejora. No puede adaptarse a situaciones cambiantes, llevar más de esto y menos de aquello, según la demanda del momento.
👀En la práctica si avanza, evidentemente aparecen las primeras limaduras o pequeños fragmentos se desprenden que traban el mecanismo (conflictos) y comienzan a generarse ruidos en el motor (malentendidos) o empiezan a desgastarse los engranajes (desmotivación).
💪 De esta manera se fuerza demasiado la maquinaria (problemas de estrés laboral) y se consume mucho más combustible del necesario (la productividad se reduce significativamente).
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