Todos somos conscientes de la necesidad de cuidar nuestro cuerpo a través del ejercicio y una alimentación saludable, pero ignoramos nuestro interior y adoptamos comportamientos que nos impiden tener una vida buena... equilibrada emocionalmente. En ocasiones nos dejamos llevar por el estrés de nuestro día a día y no somos conscientes de cuánto necesitamos disponer de bienestar emocional.
Según la OMS, el bienestar emocional es un “estado de ánimo en el cual la persona se da cuenta de sus propias aptitudes, puede afrontar las presiones normales de la vida, puede trabajar productiva y fructíferamente, y es capaz de hacer una contribución a la comunidad”.
El fruto del equilibrio entre los pensamientos, sentimientos y acciones, y de la coherencia entre las necesidades y las realidades tanto personales, como del entorno y personas con las que convivimos; son cualidades del bienestar emocional, como la experiencia subjetiva de sentirse bien, en armonía y con serenidad.
El bienestar emocional no es innato, es decir no nacemos con el, se puede desarrollar a través de la inteligencia emocional y empezar a experimentar más confianza para enfrentar los desafíos diarios, gozar del bienestar emocional, además aprovechar las oportunidades y disfrutar de la vida en todos los ámbitos.
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