Es posible que los candidatos a este tipo de vacante, al momento de postularse no puedan dimensionar a qué se estarán enfrentando en el caso de ser seleccionados especialmente si no cuentan con experiencia gerenciando personas.
En muchas de las estructuras organizacionales actuales, el paso a un puesto de jefatura o gerencia, marca un crecimiento jerárquico y económico. En ocasiones es visto como el único camino posible para continuar con el desarrollo profesional dentro de la empresa
El hecho de que los puestos gerenciales sean bien remunerados en las organizaciones tiene su razón de ser. Los mismos, requieren por una parte, un gran compromiso con la organización, una dedicación full time y más importante aún, requieren de una gran destreza del líder para abocarse a la ardua y delicada tarea de trabajar con personas con el cometido de alcanzar los objetivos trazados para su equipo.
Difícilmente alguien que se postule a un puesto gerencial, esté convencido que debe de conocer los intereses de su grupo de personas, estudiar sus comportamientos para elaborar y dirigir planes, estandarizar procesos para generar procedimientos que faciliten el trabajo al evitar conflictos e influir positivamente en cada uno de ellos para alcanzar una energía grupal hacia el logro de metas.
Por el contrario, las principales motivantes de un postulante normalmente son crecimiento económico, ambición por nuevos desafíos, status, presión social, aburrimiento, necesidad de un cambio, entre otros.
¿Cómo suelen designarse los líderes o gerentes?
Es una práctica común y casi generalizada que se designen a los mejores técnicos, mejores vendedores o en general, a cualquier persona que haya sobresalido en el desempeño individual de su tarea y que tenga experiencia o antigüedad en el rubro.
Lo que no convence de éste criterio de designación, es que se centra en considerar factores que ha adquirido la persona (como ser experiencia, estudios cursados, etc.) que si bien son valiosos no aportan información determinante para predecir el desempeño del candidato y entender sus reales motivantes en el puesto.
Otros tipos de factores intrínsecos de la persona deberán ser considerados también, tales como su proceso pensante, su comportamiento preferente y sus valores. Éstos sí permitirán hacer una selección fundada que asegure el éxito y satisfacción del nuevo líder y de su equipo de trabajo, evitando muchos dolores de cabeza y pérdidas económicas que una mala selección de tan importante puestos acarrea para candidatos, equipo y organización.
Con el paso del tiempo, los líderes electos irán dimensionando a lo que ahora están cometidos.
Ni bien tomen su nuevo puesto el nuevo líder comprenderá que:
1) Su conocimiento técnico del producto o servicio que la empresa ofrece no le va garantizar el éxito.
2) Su principal enfoque deberá ser sus colaboradores. Asegurarse que sus necesidades y preocupaciones sean contempladas ya que éstos son su principal cliente.
3) Deberá ganarse la confianza de su personal a cargo, las cuales están igual de expectantes que el sobre lo que deparará la nueva designación.
4) Dependiendo del momento y circunstancias que atraviese la empresa y su equipo, su rol implicará que adopte una posición distinta.
5) No siempre la solución teórica más clara será la que resulte mejor en su equipo. Sus decisiones deberán tomarse teniendo en cuenta la individualidad de cada uno de sus colaboradores y del equipo.
6) Dejará una huella en las experiencias y vidas de sus colaboradores.
7) Está ante un reto que le permitirá un desarrollo tanto personal como profesional impresionante. De él depende tomarlo y aventurarse por la precipitosa montaña rusa de gerenciar personas o no hacerlo ya sea declinando al puesto o simplemente no realizando lo que el puesto le demanda y siendo un líder ausente.
Si decides iniciar o transitar el camino gerencial y quieres esmerarte para ser un mejor jefe cada día, cuentas con muchas posibilidades de desarrollo y de ayuda que permitirán tu éxito.
Si por el contrario consideras que no es tu vocación gerenciar personas es totalmente válido que continúes tu camino profesional desempeñando fuera de esta línea. Es una decisión sabia respetar nuestra vocación.
Lo importante es comprender que no es una tarea que todos puedan realizar con éxito y que una mala designación en este tipo de puestos, ocasionará muchos inconvenientes en una organización con un impacto difícil de predecir.
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