La verdad del asunto sobre conversaciones difíciles
Las conversaciones difíciles empiezan desde el momento en el que deseamos tenerlas, en lo intrínseco de los motivantes propios de cada uno y del deseo y necesidad irrefutable de aclarar ciertos puntos.
Cuanto más trabajemos en la etapa previa a la Conversación en sí, menos difícil y más productiva será la misma.
Si NECESITAS propiciar una conversación difícil asegúrate ANTES de :
Analizar con claridad cada uno de los puntos que te preocupan y que son importantes para ti atender
Luego pregúntate ¿por qué son importantes para ti? Trata de descubrir las verdaderas razones. Analiza si esas cosas que te molestan o incomodan ya te han molestado en alguna otra oportunidad.
¿Será algo tuyo? ¿Habrá algo propio que genere esa incomodidad? Sea como un paradigma, una creencia limitante, una experiencia previa...¿Qué creencias o paradigmas te hacen reaccionar así?
Fija tu objetivo con respecto a esa conversación, ¿Qué quieres lograr?
Define que no quieres que suceda luego de que termine esa conversación
Una vez hayas considerado eso, piensa en los motivantes de la otra persona o personas en cuestión con respecto a la temática a conversar.
Muchas veces, al entrar a una conversación difícil en la que las emociones se manifiestan intensamente, las mismas nos pueden llevar a decir o hacer alguna cosa que justamente es lo contrario a lo que queremos lograr. Saber de antemano que queremos cuidar en esa relación nos va a ser de mucha ayuda.
Busca un momento adecuado para hablar, deja pasar algunos días para hablar
Enviale un correo a la persona con la que necesites hablar comentando el tema que te preocupa para poder darle tiempo, a su vez de pensar y no agarrarla por sorpresa con un asunto que puede sorprenderla e incomodarla
Pídele a algunos de tus conocidos / colegas / familiares de confianza que revise ese correo para asegurarte de que sea claro y que no sea ofensivo
Lleva tus puntos, tus argumentos y tus motivantes de una forma lo más objetiva posible
Entiende que es necesario que tengas apertura a escuchar a la otra parte
Acepta que estas desarrollando habilidades de entablar conversaciones difíciles y que tienes la posibilidad de aprender frente a esta oportunidad
LUEGO DE LA CONVERSACIÓN
Elige ignorar alguna de las actitudes y/o palabras que más te han molestado/ herido de la conversación. No te aferres a lo que más te haya molestado
No tomes acciones impulsivas. Dale tiempo al tiempo.
Trata de validar algunos de los puntos de la otra parte
Recuerda que es importante para ti y que deseas cuidar.
El entender que no podemos ni debemos pelear todas las batallas, simplifica mucho nuestro enfoque hacia lo que realmente nos importa.
¿Cuándo necesitas propiciar una conversación difícil?
Cuando hay alguna situación que te genera enojo, incertidumbre, duda, o cualquier otra emoción que te mantiene dándole vuelta, una y otra vez a la situación en tu mente.
Las emociones se manifiestan para que las escuchemos y tomemos acción. Pero debemos hacerlo de una forma inteligente.
Si hay algo que te incomoda y que deseas cambiar con respecto a cómo se dan las cosas con alguien
Si hay algo que quieras clarificar
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