En tiempos de cambios, de incertidumbre, de presiones y exigencias, de necesidad de atender diferentes asuntos a la vez, de respuestas rápidas, de descansos cortos, de día largos de trabajo, de diversidad, de comunicación virtual, de relaciones interculturales e intergeneracionales….nos enfrentamos al desafío de mantener relaciones laborales armoniosas.
Más aún los roles que implican llevar cierto tipo de liderazgo nos requieren prestarle especial atención a nuestras actitudes con nuestros colaboradores que esperan mucho de nosotros y que suelen ser muy críticos frente a nuestras acciones.
El cuidar los aspectos que mencionamos a continuación ayudará a evitar malestares y malentendidos y las repercusiones que éstos generan en un ambiente de trabajo; fortaleciendo el papel de sus referentes, generando confianza, potenciando la productividad de los equipos y manteniendo a los colaboradores comprometidos y motivados con su labor.
Después lo vemos
Esta frase es muy vaga y suele generar la percepción a la persona que la escucha de que su asunto o inquietud no es relevante. Al decirla corremos el riesgo de que quien la escucha sienta cierta desmotivación y que no se acerque tan frecuentemente con nuevas inquietudes disminuyendo el flujo de comunicación entre ambos. Sugerimos indicar cuándo en concreto (que día, a qué hora) podemos hablar sobre dicho asunto.
No responder un mail o llamada
El hecho de no responder un mail o devolver una llamada puede generar la sensación de que la persona que no responde no tiene interés en el asunto en cuestión y / o incluso que no está dándole seguimiento al mismo. Ante esta comprensión de los hechos el colaborador puede sentir que sus esfuerzos no son reconocidos, lo que puede llevar a una desmotivación. El simple hecho de responder al mail aunque sea con las palabras, ¨gracias¨, ¨bien hecho¨, ¨ok¨, será sumamente valorado por los colaboradores y evitará estos malestares.
No ser claros
El no ser claros en transmitirle a nuestros colaboradores sobre lo que se espera de ellos, incluyendo el mayor detalle posible, y en qué tiempos se espera la realización de dichas tareas normalmente genera falta de dirección y enfoque. La falta de entendimiento en estos aspectos tan fundamentales es generadora de muchas falsas percepciones, desviaciones y conflictos.
Maldecir, utilizar lenguaje no apropiado
El hecho de no controlar nuestro lenguaje y de hablar despectivamente de otros o maldecir ante determinadas situaciones es una señal de que no somos efectivos al administrar nuestras emociones y da un mensaje de que ese tipo de conductas es aceptado en la organización. Asimismo crea un ambiente tenso que impacta en el clima laboral. Recomendamos cuidar nuestras expresiones, gestos y palabras.
No asignar suficientes tareas a sus colaboradores
El ocio en el trabajo, contrariamente a lo que podríamos creer, des-motiva, a la persona que dedica su horario laboral a verter su energía en pro de la organización. A su vez invita a adquirir hábitos laborales no deseados que luego serán difícil de revertir. Sugerimos revisar periódicamente que tareas fueron asignadas a cada colaborador y asegurarse que siempre tenga cosas que hacer.
No fijar metas desafiantes
El tener que realizar tareas que no resultan retadoras nos fomenta a permanecer en la zona de confort en donde no se propicia un espacio para el aprendizaje, lo que suele conllevar a un declive en el sentimiento de realización productiva de la persona. Es importante fijar objetivos alcanzables y a la vez retadores que mantengan a las personas activas y posibiliten el desarrollo de sus habilidades profesionales.
Olvidar fechas y solicitudes importantes
El cuidar a nuestros colaboradores es clave para mantener nuestro liderazgo. El no considerar peticiones sobre aspectos importantes para la persona puede dañar seriamente la percepción sobre nuestra persona que tienen nuestros colaboradores, asimismo debilitar la confianza que los mismos tienen hacia nosotros. El ceder en ciertos aspectos nos fortalece como líderes y aumenta el compromiso hacia nosotros de nuestros colaboradores.
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